Lo que comenzó como un proyecto pequeño en Culiacán se convirtió en algo más grande de lo que imaginamos. No prometemos milagros, pero sí compartimos lo que funciona en el mundo real del diseño de videojuegos.
Enseñamos técnicas avanzadas de diseño 3D para videojuegos. No la teoría básica que encuentras en tutoriales gratuitos, sino los métodos que usan los estudios profesionales cuando los plazos aprietan.
Nuestros instructores trabajan activamente en la industria. Eso significa que cuando algo cambia en las herramientas o técnicas, lo sabemos de inmediato. Y sí, ajustamos el contenido sobre la marcha.
Para 2026 queremos expandir nuestros programas especializados en realidad virtual y motores de renderizado en tiempo real. El mercado está evolucionando rápido y necesitamos mantener el ritmo.
También estamos trabajando en crear más conexiones con estudios de desarrollo. No podemos prometer empleos, pero sí podemos facilitar que nuestros graduados conozcan a las personas correctas.
Un equipo pequeño pero enfocado. Todos hemos trabajado en proyectos reales de videojuegos y sabemos lo que se necesita para sobrevivir en esta industria.
Pasó ocho años modelando para estudios indies antes de cambiar a la enseñanza. Su especialidad es optimización de mallas para juegos móviles, algo que suena aburrido pero que te salva cuando necesitas que un juego corra en hardware limitado.
Trabajó en efectos visuales para cine antes de pasarse a videojuegos. Esa experiencia le dio una perspectiva diferente sobre iluminación y composición que raramente ves en cursos convencionales.
Nada revolucionario. Solo métodos que funcionan cuando tienes estudiantes con diferentes niveles y poco tiempo para perder.
Cada módulo termina con algo que puedes mostrar en tu portafolio. No ejercicios abstractos, sino piezas que demuestran habilidades específicas que los estudios buscan.
Revisamos tu trabajo y te decimos qué mejorar. A veces es incómodo escuchar críticas, pero es la única forma de avanzar rápido en esta industria tan competitiva.
Usamos el software que está en los estudios ahora mismo. No versiones antiguas ni alternativas baratas. Si vas a invertir tiempo, mejor que sea con las herramientas correctas.
No son eslóganes bonitos para el sitio web. Son las cosas que guían nuestras decisiones cuando actualizamos programas o decidimos qué enseñar.